Con la Revolución industrial, los tejedores ingleses,
antiguos artesanos, se organizaron en cofradías o hermandades que tomaban el
modelo de los gremios medievales. Estas cofradías agrupaban a los
trabajadoresque se asociaban para ayudarse mutuamente. Aunque este movimiento
no cuestionaba la industrialización, sino que reclamaba mejoras en las
condiciones laborales, las primeras manifestaciones del movimiento obrero se
plasmaron en el ludismo: la destrucción de máquinas, a las cuales se las
responsabilizaba de la pérdida de la capacidad adquisitiva del pequeño
artesano.
El sindicalismo entendido como un movimiento de resistencia
contra el capitalismo.
La reacción del gobierno inglés fue prohibir cualquier tipo
de asociación obrera (Combination Acts). Parte de la historia del movimiento
obrero ha estado marcada por la persecución y la clandestinidad.
En los primeros decenios de la industrialización se produjo
una degradación de las condiciones de vida de los trabajadores:
• Aumento
de la jornada laboral.
• Pérdida
salarial
• Generalización
del trabajo infantil y femenino.
• Negación
ante la ayuda económica para enfermedades, paro forzoso o vejez.
Por todo esto se crearon los sindicatos en los que se reunía
la gente trabajadora de un mismo oficio para defender sus reivindicaciones
mediante huelgas. Constituían sociedades de ayuda mutua, las cuales disponían
de cajas comunes con capital proveniente de las cuotas de los asociados.
En 1834 se formó la Great Trade Union (unión de sindicatos
de oficios) en las que las cuotas de afiliación para posibles nuevos socios
eran demasiado elevadas.
El sindicalismo británico optó, en sus orígenes, por las
reivindicaciones económicas, sin adherirse a ideales políticos revolucionarios.
Durante las décadas de 1830 y 1840 se fundaron asociaciones
obreras en los países del continente europeo, entre los que se encontraban
Alemania, Francia, España y Bélgica.
Este movimiento obrero se manifestó en la mayoría de países
industrializados mediante otras organizaciones, ej: cooperativas.
En los años 1838 y 1848, el movimiento obrero británico pasó
a la acción política utilizando el cartismo (consistió en un movimiento en
Inglaterra que trató de presionar al parlamento mediante la recogida de
firmasen apoyo a determinadas cartas donde se reivindicaban ciertos derechos.
En una de ellas, concretamente en el año 1838, se definía un programa
democrático basado en el sufragio universal masculino). El cartismo organizó
huelgas, pero el movimiento fracasó a causa de la represión, de las divisiones
internas y la derrota de la revolución de 1848 en Europa.
Más tarde entre 1850 y 1880, se produce el surgimiento de
los modernos Estados nacionales e industrializados como Italia, Alemania y
Francia. Dentro de esta época se producen las más importantes características
de segunda mitad del siglo XIX en cuanto al movimiento obrero: en primer lugar
surge el socialismo científico de Marx y Engels, dando así el fundamento
teórico necesario en momentos donde surgen los Parlamentos modernos en los
distintos países capitalistas de Europa. En relación a esto, las doctrinas
socialistas empezaron a crear partidos de clase, (de carácter exclusivamente
obrero) con el nombre de Partido socialdemócrata (con personalidades como
Kautsky en Alemania en 1890 o Lenin en Rusia en 1900).
En esta época los obreros se reunieron en organizaciones
burguesas-republicanas o marxistas revolucionarias con el fin de conseguir en
primer instancia el sufragio universal masculino, dejando la lucha de masas
relegada en segunda instancia. Sin embargo, la unión obrera a nivel nacional
por medio de las luchas políticas debía encauzarse dentro de un plano
internacional: he ahí el nacimiento de la Asociación Internacional de los
Trabajadores (AIT) o primer internacional.
La Primera Internacional
La Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) o
Primera Internacional, fue la primera gran organización que trató de unir a los
trabajadores de los diferentes países.
Fundada en Londres en 1864, agrupó inicialmente a los
sindicalistas ingleses, anarquistas y socialistas Franceses e italianos
republicanos. Sus fines eran la organización política del proletariado en
Europa y el resto del mundo, así como un foro para examinar problemas en común
y proponer líneas de acción. Colaboraron en ella Karl Marx y Friedrich Engels.
Las grandes tensiones existentes entre Marx y Mijaíl Bakunin generada en la
Comuna de París de 1871 llevaron a la escisión entre marxistas y anarquistas en
torno a la cuestión de la toma del poder.
En 1872 el Consejo General de la AIT se traslada desde
Londres (donde está ubicado desde sus inicios) a Nueva York, como producto de
la reacción contra-revolucionaria de Europa al ser derrotada la Comuna de París.
Las principales acciones de esta fueron la toma del poder en París por los
trabajadores, que todo diputado cobre lo mismo que un obrero, separación de la
iglesia del Estado, abolición del ejército sustituido por milicias urbanas,
etc. Finalmente la AIT se disuelve oficialmente en 1876.
Segunda Internacional
En 1889 (en conmemoración a los 100 años de la Revolución
Francesa) se establece la Segunda Internacional, de corte socialdemócrata, como
la sucesora en sus fines políticos, y que durará hasta 1916.
Al ser fundada y a raíz de las diferencias entre Karl Marx y
Mijaíl Bakunin, entre otros factores, tuvo lugar la división de la mayor parte
del movimiento obrero en marxistas y anarquistas y la consiguiente expulsión de
la II Interncional de los segundos por parte de los primeros. Por lo que se
forma la Internacional de Saint-Imier Internacional anarquista. Con el
imperialismo y la llegada de la Gran Guerra I Guerra mundial, el fervor
patriótico inundó a las clases populares y solo pocos desde dentro de la Internacional,
como el socialista Jean Jaurès, alzaron la voz para oponerse al conflicto. Por
otra parte, el triunfo de la revolución rusa inauguró una nueva manera de
entender la llegada al poder, la marxista-leninista. Con la llegada del
comunismo a Rusia se producirá, por tanto, la escisión comunista que funda en
1918 la Tercera Internacional (también llamada Internacional Comunista o
Comintern) dirigida por Lenin luego de la revolución rusa con el fin de dirigir
a los partidos comunistas de todo el mundo. Más tarde sin embargo, la
burocratización del estado obrero ruso y de la Comintern a partir de la
dirección de Stalin en el poder entre 1924 y 1953 llevaron a la necesidad de
fundar una nueva Internacional que dirija a los partidos revolucionarios. Nace
la cuarta internacional comunista fundada por Leon Trotsky (1879 - 1940).
• Ludismo
• Cartismo
• Diálogo
social
• Negociación
colectiva
• Resistencia
civil
• Desobediencia
civil
• Sociedades
de correspondencia
• Sindicalismo
• Manifestaciones
• Huelgas
laborales
El Día Internacional del Trabajo
Artículo principal: Día Internacional de los Trabajadores
Se conmemora el día internacional de la clase trabajadora en
memoria de los trabajadores anarquistas asesinados tras la revuelta de
Haymarket, Chicago, tras luchar en reivindicación de la jornada laboral de 8
horas diarias, pues fue el 1 de mayo de 1886 cuando empezó la Huelga General en
Estados Unidos por dicha reivindicación. El 1 de mayo, sindicatos y partidos
obreros de todo el mundo celebran mítines y manifestaciones.
Concierto o paz social
Hoy en día, las democracias burguesas tratan de mantener el
diálogo social entre los sindicatos más representativos y las organizaciones
empresariales. Hay críticos que denuncian que de esta forma intentan orientar
la economía en beneficio de los empresarios evitando movilizaciones o huelgas,
a costa de la contención salarial, la ampliación de la jornada laboral o el
recorte de los derechos de los trabajadores.
Sin embargo, todavía existe una corriente, que practica un
sindicalismo revolucionario, que critica el pactismo y burocratismo de los
sindicatos oficiales, buscando obtener mejoras de las condiciones sociales y
laborales de los trabajadores sin olvidar la meta de la revolución social.