En Europa
En Europa se produce durante la segunda mitad del siglo XIX
un rápido crecimiento económico propiciado por la expansión económica. Este
avance de la industrialización esta también ligado a la intensificación del
comercio y el progreso técnico junto a la consolidación del poder de la
burguesía. No obstante, también la clase social, el proletariado, se organiza.
Tiene lugar una reunión de dirigentes socialistas de toda Europa, la 1ª
Internacional de Marx, y aparecen los primeros sindicatos que tienen por objeto
la protección de los derechos obreros.
La Filosofía y la Ciencia
Dentro de la filosofía se pueden distinguir durante este
periodo de tiempo denominado con el nombre de realismo dos corrientes: el
positivismo y el realismo.
El positivismo arremete contra el idealismo propio del
Romanticismo. Se rechaza la especulación pura y la metafísica. Por el contrario
se propone la investigación de los hechos observables y medibles. La
experiencia se considera el punto de partida del saber y surgen la sociología
la psicología científica.
Cabe reseñar como otra corriente la filosofía marxista que
surge del pensamiento socialista y que se caracteriza por la aceptación de que
la filosofía no debe limitarse a interpretar el mundo sino transformarlo. Otra
idea principal de esta filosofía es su deseo de lucha por la abolición de la
sociedad burguesa y la implantación del socialismo.
Dentro de la ciencia se aprecian tres corrientes distintas.
Por una parte cabe resaltar el experimentalismo que defiende que la ciencia
basa en la experiencia y los experimentos. Su máximo es "Claude
Bernard".
Otra corriente científica en el naturalismo es el
evolucionismo cuyo principal teórico es Darwin, quien en su libro "El
origen de las especies" defiende la teoría de la evolución basada en la
adaptación del medio, la lucha por la vida de los seres vivos y la selección
natural. Por último se debe mencionar como otra corriente en la ciencia
naturalista las teorías sobre la herencia. Las leyes de la herencia fueron
expresadas en (1865) en el libro "Leyes de la Herencia" por Mendel.
La Sociedad
En la 2ª mitad del siglo XIX la sociedad no cambia
sustancialmente. Sin embargo se aprecia una nueva actitud del autor que afronta
la realidad en lugar de huir de ella. La realidad es retratada tal como aparece
y a través de la novela se intenta criticar la sociedad desde dentro. Este paso
del romanticismo al realismo también se refleja en la literatura de la sociedad
burguesa. No es de olvidar que en la base del Romanticismo se protestaba contra
el mundo burgués. En el realismo se mantienen y desarrollan ciertos aspectos
del Romanticismo como el interés por la naturaleza y el interés por lo regional
y lo local, lo costumbrista. Sin embargo, se eliminan y depuran a su vez otros
elementos. Se le pone freno a la imaginación y todo lo fantástico se rechaza. Los
personajes ya no son tan apasionados y se abandona la evocación a un tiempo
pasado, legendario.
En España
España se caracteriza en esta época por el rápido
crecimiento de la población que, sin embargo, no es tan fuerte como en el resto
de Europa. No se produce ningún desarrollo económico ni industrial. Las únicas
regiones en las que se aprecia algo de industrialización son Cataluña y el País
Vasco. El auge de la burguesía es mas tardío y continua la pugna entre las dos
Españas: la España burguesa e innovadora y la España tradicionalista, opuesta a
toda reforma.
En el año 1879 Pablo Iglesias funda el Partido Socialista
Obrero Español.
Por entonces la situación política es muy complicada. Hasta
el año 1868 la política responde a un signo liberal moderado. En dicho año se
produce una Revolución, la Gloriosa, tras la cual Isabel queda destronada y en
la que vence la burguesía progresista. Posteriormente se proclama en 1869 una
Constitución que proclama amplias libertades como la libertad de expresión, la
libertad de prensa, la libertad de culto ... Pese a todo no acertó a encontrar
una fórmula estable de gobierno ya que se produjo una fuerte reacción del
sector tradicionalista. Esto dio lugar a la tercera guerra carlista. En el año
1875 la Restauración de la monarquía cierra esta época. En el gobierno se
alternan los partidos dinásticos: los conservadores y los progresistas.